Andreu, el pez dorado mas valiente del mundo.

Cuento para ilustrar, les debo las ilustraciones, si alguien que si sabe escribir bien lo lee y lo quiere corregir, estaria bomba, ausencias de acentos culpa de ordenadores hungaros, si Dora lo lee, si, estoy en tu ordenador jojo.

Habia una vez un pez dorado llamaro Andreu, tenia masomenos siete meses de edad y era bellisimo, su cola flotaba por la pecera y se dibujaba en ondas que bailaban al ritmo del mundo, nadaba de una esquina a otra, el solo nadaba, no se imaginaba bello, es mas no sabia de bellezas humanas, de mascotas, de prisiones, no hablaba su idioma pero sabia que existian, que uno era grande y hacia ruidos graves, que habia otra de similar estatura pero con unos sonidos mas armonicos, mas agudos, como de sirena (esas si las conocia), habia dos pequenos que hacian ruido y nadaban muy rapido por todos lados, no entendia mucho fuera de su pecera, no entendia mucho ni siquiera dentro.

Asi era el mundo para Andreu, una pecera de cuarenta centimetros cubicos de agua fresca, un castillo de plastico en el cual ni siquiera cabia el, piedras de plastico y algas falsas... nunca le encontro sentido a nada de esto, siempre deseo que el castillo fuera grande y nadar por sus pasadizos, que las algas fueran reales y poder comerlas... tener un amigo no estaria mal.

Un dia los peces grandes que vivian fuera de la burbuja de cristal trajeron algo grande, de color negro, larga, rara, y la colgaron frente al sofa que a su vez estaba frente al mueble en donde a su vez estaba la pecera, y bueno, la pusieron ahi, Andreu no comprendia que era esto, y por mucho que el preguntaba, porque bueno, nunca entendio que no le entendian, siempre penso que solo lo ignoraban y esta situacion en donde algo nuevo interviene puede ser su oportunidad para emprender conversacion con los peces de fuera, como siempre sus preguntas, mas bien... sus gritos, fueron ignorados... el no tenia idea, pero este aparato negro marcaria un antes y un despues en su vida.

Un buen dia el pez mas grande de fuera prendio el aparato, era algo magico, con un mundo entero dentro, que va, con miles de mundos, peces con cosas negras que ruedan y que transportan otros peces, peces con dientes y garras y colmillos, peces que vuelan y son de metal, peces que hablan con otros peces con sonidos que el no entendia, ruidos que sonaban bien, otros que no tanto, paisajes increibles, miles de mundos que no se imagino nunca, esta nueva experiencia le hizo sentir pequenio, minusculo, solo, insignificante, intrascendente para nadie mas, Andreu entro en una tremenda depresion... y bueno, no tienen idea lo triste que es una depresion cuando el unico lugar que tienes para esconderte es un castillo de plastico al cual no puedes entrar y un alga de plastico falsa, que ridicula vida la de Andreu, que vida mas vacia, el no dejaba de preguntarse porque... porque nadie me pregunto antes de meterme a esta pecera, porque nadie me aconsejo, porque nadie estuvo aqui antes... porque nadie esta aqui ahora.

Los dias pasaban asi, uno tras otro, asi se fue un mes, dos meses, era ya el cumpleaéos numero nueve meses para el cuando paso lo peor, los 3 minutos que colmaron su malestar, tres minutos en donde todo se vino abajo, algo en medio de sus ojos le hacia -PTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTTT
un zumbido de esos que tienes cuando se presenta ante ti una revelacion, un motivo, un destino, Andreu se quedo con los ojos y la boca abierta... mas que de costumbre, el aparato proyectaba "Planeta Tierra" de la BBC, justo en la parte en donde se habla de la gran barrera de coral en australia, en la pantalla se veian corales, peces de colores, luz que entraba a travez de un oceano azul, un basto manto de agua, algas comestibles y muchos peces, muchos muchos peces -seguro es ahi, seguro encontrare un amigo en la gran barrera de coral de australia, se dijo a si mismo mientras veia sin habla el televisor.

Paso casi 8 horas seguidas pensando sobre la gran barrera de coral y la suerte que le avecinaba, los amigos que haria ahi y de las platicas que tendria, el tenia ya bastantes historias que contar... casi todas imagenes robadas del televisor a las cuales el le inventeba historias, estaba una en la que dos peces de color amarillo escupian gasolina a una pecera de cemento para que ardiera en llamas, el estaba seguro que en esa casa se fabricaba el famoso sushi. Paso casi ocho horas seguiras pensando sobre la gran barrera de coral, sus nuevos amigos, su nuevo mundo, pensando en tener un apartamento en alguna anemola, soniando en encontrarse alguna vez de casualidad con su madre, asi como llendo al mercado y de repente, pum!, hola hijo... despues de este pensamiento siempre se sacudia la cabeza y se repetia -bueno bueno, tal vez no encuentre a mi madre, pero un amigo, seguro que si!.

Con la mente bien puesta en un amigo miro la boca de la pecera, la mira como un toro ve a un torero antes de embestirlo hasta la muerte, se armo de valor, mas valiente que cualquiera, mas valiente que nunca y mas valiente que nada, puso la mirada fija y aleteo insesantemente, sin parar sin titubear, ese era su destino, ese era, sin duda su ultimo dia en la pecera, dedicaria lo que le resta de vida a encontrarse un amigo en la gran barrera de coral.

Andreu nado y nado y nado con todas sus fuerzas nado y nado sin parar, salio del agua y sintio el viento frio en sus rostro que indicaba libertad, aventura, vida nueva, el pez volo unos 7 centimetros arriba del borde de la pecera y cayo... justo al lado del control remoto, al instante se dio cuenta que afuera no era igual que adentro y que aqui no podia respirar, sentia sus branqueas desgarrarse, sentia su vida irse con cada gota de agua que salia de su boca, brinco y brinco esperando entrar de alguna milagrosa manera a la pecera de nuevo, brinco y brinco y en uno de esos brincos cayo sobre el control remoto del televisor y lo encendio, andreu murio ahi... viendo un episodio de "Home Improvement" con Tim Allen.